viernes, 5 de julio de 2013

Autoevaluación de primero

Para cerrar este primer año me gustaría plasmar por aquí algunas de mis experiencias (tanto buenas como no tan buenas) y algún dato que otro más.

              De la primera cosa que recuerdo es del tremendo aburrimiento que sufrí en silencio durante el primer semestre a causa de tener demasiado tiempo libre. Yo venía de un grado superior de la misma temática y, por suerte o por desgracia, me convalidaron bastantes asignaturas. Tantas que esto me permitió acudir a clase únicamente cuatro horas a la semana. Por una parte pensaba lo afortunada que era al tener todo ese tiempo libre, pero por otra me estaba dando cuenta que me perdía algo. Me di cuenta de que me estaba perdiendo el hecho de compartir esas primeras experiencias en la universidad junto a mis compañeras, aspirar ese ambiente de estrés estudiantil que hay cada año y, aquello que más me fastidió, poder conocer a fondo a mis compañeras. De esto pude darme cuenta durante las clases de música, (las cuales eran muy divertidas, por cierto) que a medida que pasaban los días había un buenrollismo creciente increíble entre todas ellas. Por suerte yo no estaba sola, mis amig@s del grado superior también estaban conmigo. Pero se notaba que habían dos bandos, “los de módulo” y ¿”los no-de módulo”? No sé cómo explicarlo, pero se notaba una división.


              En cuanto a las dos solitarias asignaturas, Catalán y Música, pude aprobar las dos (una más exitosa que otra, todo sea dicho).  Al ver que aprobé catalán me sentí cual flan dos horas después sacado de la nevera. No me lo podía creer. Era too much para el body. Me sentía muy bien. Sí.



              Iniciado el segundo semestre hubo un gran cambio en mi horario, en mis preocupaciones, mis nervios, mi repertorio de asignaturas y mis relaciones en clase. Las horas en el centro aumentaron considerablemente, las preocupaciones y nervios por trabajos y deberes acrecentaron, y las relaciones con mis compañeras mejoraron.

              Este último semestre ha sido totalmente productivo. He aprendido a la velocidad de la luz innumerables conceptos, teorías y formas de ver la vida y la sociedad. Ha habido un estallido de información en mi mente, un empacho de nuevos saberes y se podría decir que no ha sobrado nada. Aparte de los contenidos que me han enseñado cada profesor y profesora, también he aprendido a ser más crítica en algunos aspectos, tener más fuerza de voluntad y ver que si algo no está funcionando, hacer que funcione y no dejarlo de lado.


              Resumiendo este curso, se podría decir que me he llevado algo significativo de cada asignatura (me he tomado un par de libertades: añadir algo de cada una y, además, nombrarlas como lo hacíamos entre compañeros):

              De Catalán, que aún me queda mucho camino para saber pronunciar las vocales y que debería ver más Tv3.

          De Música, que debería animarme a aprender guitarra como toca y no de forma autodidacta. Siempre me ha gustado la música, opino que tengo oído pero no he tenido el valor de apuntarme a clases a causa de miedos e historias varias. Esto me ha dado fuerzas y quién sabe si algún día…

              En cuanto a las dos asignaturas de Inglés, que es un idioma imprescindible y que debo seguir aprendiendo. Antes de empezar ambas asignaturas pensaba que mi nivel era normal, que podría defenderme sin dificultad en inglés. Me he dado cuenta de que eso no es así y que “I speak indio” todavía.

              Sobre Lectoescritura, que un garabato escrito en papel puede estar diciendo más que unos deberes de cuadernillos Rubio y, ahora más que nunca, que cada niño es un mundo. Además, algo que hemos podido presenciar todos es que el hecho de exigir y ser estricto no es propio de malos profesores, sino de aquellos que quieren exprimir nuestra mente porque saben que podemos dar más de nosotros. Eso es tener fe.

              Acerca de Sociología, que no todos los profesores tienen los mismos criterios de corrección y que, además, pueden ser sumamente alternativos y rápidos. A pesar de este “regular” recuerdo, es aquí donde he podido absorber contenidos más afines a mí. La teoría impartida, aunque no el ejemplo, ha podido ampliar mis ideas sobre la lucha en esta sociedad, sobre los derechos que tenemos tanto adultos como niños, repasar qué ocurrió en la historia y por qué son las cosas como son.

              En cuanto a Models, esta asignatura ha podido captar mi atención total, ya sea porque fue un repaso de lo que aprendí en el grado superior o porque es algo que se puede “palpar” en nuestro día a día.

              Sobre Multilingües, este profesor nos abrió los ojos. Nos hizo ver la diversidad de lenguas que nos podemos encontrar en nuestro entorno, las costumbres, cómo se sienten los que emigran a nuestro país y, sobre todo, cómo afecta esto en el ámbito educativo. Al principio pensaba que la multiculturalidad en el aula podría ser fácil de llevar, pero no es así. Para nada. Todo requiere una organización y mucha paciencia. 




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Imágenes: CreativeCommons